SI eres propietario, lo más recomendable mantenerte al día con el mantenimiento de rutina para proteger tu mayor inversión; esto incluye realizar inspecciones periódicas del techo. Detectar goteras o daños de manera temprana puede ayudarte a prolongar la vida útil del techo y evitar problemas más graves.
El problema es que subirse a una escalera para ver el estado del techo puede ser peligroso. Lo más seguro es hacer una inspección visual del techo desde el suelo. Sigue leyendo para saber cómo realizar una inspección de rutina del techo y cuándo debes llamar a un profesional.
Camina alrededor de toda la propiedad
Para ver todos los ángulos del techo, primero debes caminar alrededor de tu casa, mirando de arriba a abajo. Revisa si hay tejas caídas o desechos en el suelo, o si en alguna parte del techo faltan tejas que pueden haberse roto.
Con la ayuda de binoculares, busca musgo, pilas de hojas, algas u otros desechos en el techo. Si no los quitas, estos desechos podrían dañar la estructura atrapando humedad y provocando filtraciones en el contratechado debajo de las tejas. Después de un tiempo, esto podría derivar en graves daños causados por el agua y las goteras.
Busca tejas dañadas
El calor y la humedad excesivos en el ático, generalmente provocados por una ventilación inadecuada, pueden comprometer el rendimiento del sistema del techo o, incluso, hacer que las tejas se deformen o se dañen. Las tejas sueltas, curvadas, rajadas o dobladas pueden dejar espacios para que el agua se filtre y dañe la capa base del techo.
Si notas que hay tejas que no se ven bien o que faltan, consulta a un profesional en techos. Podrá ayudarte a saber
si se puede resolver con un simple arreglo o si necesitas realizar tomar otras medidas más drásticas, como reemplazar el techo.
Revisa las canaletas, la imposta y el sofito
Luego, busca señales de daño obvias, como agujeros, golpes, humedad o rajaduras. Las canaletas tapadas con ramas, hojas o tierra pueden evitar que el agua drene del techo. Además, las tejas de asfalto contienen pequeños gránulos parecidos a la grava; si ves este material en las canaletas, podría significar que tus tejas se están acercando al final de su vida útil. Revisa la bajante pluvial para asegurarte de que también esté limpia de desechos.
Si bien puedes quitar las hojas o las ramas tú mismo, te comendamos contratar un servicio de limpieza de canaletas para los bloqueos más grandes. Si es necesario subirse a una escalera para llegar a alguna parte de las canaletas, es mejor contratar un servicio con seguro.
Observa los tapajuntas desde el balcón
Si tienes balcón o alguna otra forma segura de observar el techo desde arriba, observa los tapajuntas con atención. Estos son los componentes metálicos que redirigen el agua del techo y se ubican alrededor de la chimenea, los conductos de ventilación y las buhardillas.
A menudo, los tapajuntas son las áreas más vulnerables alrededor del techo y los primeros en mostrar señales de desgaste. Si están abollados, oxidados o dañados, o si la masilla está quebradiza o agrietada, el agua puede penetrar en la estructura interior del techo y provocar la podredumbre.
Examina el ático o el espacio de acceso
Cuando termines de revisar el exterior, ve adentro. Desde el ático, podrías ver algunos daños ocultos en el techo o filtraciones de agua. Con la ayuda de una linterna, busca señales de vigas de madera podridas, luz solar que entra por las juntas, daños causados por el agua en el suelo o cualquier punto vulnerable alrededor de las ventilaciones, los tragaluces o la chimenea. Además, comprueba si las vigas, el aislante y cualquier otra estructura de madera presentan señales de moho, humedad o podredumbre.
Escanea el interior de tu vivienda
Desde el interior de la casa, algunas señales tempranas de que el techo puede tener goteras son evidentes. Busca manchas de humedad cerca de la chimenea, manchas de agua en los conductos que ventilan la caldera o el calentador de agua, manchas oscuras o pintura descascarada en los techos.
Cuándo llamar a un profesional
Realiza una inspección visual del techo dos veces al año, en la primavera o a principios del verano y, luego, otra vez en el otoño. Hacer inspecciones periódicas te ayuda a conocer tu techo y a detectar cualquier problema de inmediato.
Si observas que tu techo está en buenas condiciones después de la inspección, es probable que no necesites llamar a un contratista de techado con licencia. Sin embargo, si notaste algún signo con daños o fugas preocupantes, lo mejor es solicitar una inspección profesional antes de que los problemas empeoren. Un contratista de techado certificado por GAF* puede hacer las reparaciones necesarias, para que tu techo siga protegiendo tu bien más valioso.
*Los contratistas inscritos en los programas de certificación de GAF no son empleados ni agentes de GAF, y GAF no controla ni supervisa de otro modo estas empresas independientes. Los contratistas pueden recibir beneficios, como puntos y descuentos de recompensa por lealtad en herramientas de comercialización de GAF por participar en el programa y ofrecer a GAF garantías mejoradas, que requieren el uso de una cantidad mínima de productos de GAF. Tus negocios con un contratista y cualquier servicio que este te preste están sujetos a los Términos de uso para contratistas de GAF.