Reemplazar tu techo cuando sea necesario es una inversión inteligente que ayuda a aumentar el valor de tu propiedad y también protege tu casa del clima. Pero determinar el costo total de un techo nuevo puede resultar complicado. Un contratista de buena reputación te dará una estimación lo más aproximada posible al precio final, pero estos dos valores no son exactamente lo mismo.
Sigue leyendo para conocer lo que puede incluir una estimación de costos de un techo y en qué situaciones puede haber diferencias entre la estimación y el precio final.
Cómo calcular el costo de tu nuevo techo
Una estimación de costos de un techo es una guía escrita por un profesional donde se indica cuánto podrías tener que pagar por reemplazar tu techo. A menudo, cada contratista te hará una oferta sin costo alguno. Estas estimaciones deben incluir un cálculo detallado de la mano de obra, los materiales, los permisos de construcción, los cargos por gestión de residuos y los impuestos. La estimación de costos de un techo también puede ofrecer un cronograma aproximado del proyecto.
Los precios estimados de instalación pueden variar según el tamaño de tu techo y los materiales que elijas. Como parte de tu diligencia debida, deberías obtener presupuestos de varios contratistas para asegurarte de que estás eligiendo al más adecuado para tu proyecto.
También puedes solicitar varias ofertas a un mismo contratista. Por ejemplo, si no estás seguro de qué estilo de techo quieres elegir, tu contratista puede prepararte dos o tres presupuestos diferentes donde se detallen los costos de cada opción.
Factores que pueden elevar el costo final de tu techo
Un contratista puede calcular cuidadosamente el costo de reemplazar tu techo, pero no es inusual que existan algunas discrepancias entre el costo estimado del techo y la factura final. La razón es que los contratistas pueden encontrarse con algunas sorpresas una vez iniciado el trabajo, sobre todo si tu techo ha tenido goteras en el pasado o ha sufrido daños por una tormenta.
El estado de tu antiguo techo también puede elevar los costos de tu proyecto. A veces se descubren plataformas base, vigas construidas in situ o vigas prefabricadas podridas después de retirar las capas antiguas del techo. Las canaletas, la imposta y los sofitos dañados también pueden repercutir en el costo del proyecto. Todos estos elementos deben repararse antes de instalar tu nuevo techo, y el precio final podría ser mayor que el estimado porque se requieren más mano de obra y materiales.
Otros factores que podrían aumentar los costos finales son un techo de difícil acceso o con una pendiente muy pronunciada; un techo con muchas capas por desprender; y un techo complejo con muchas esquinas, tragaluces, respiraderos o chimeneas.
Si te sorprende el precio final del proyecto de renovación de tu techo, no dudes en hablar con tu contratista al respecto.
Sé proactivo con tu contratista
Comunicarte claramente con tu contratista de techado es fundamental para que el proyecto se desarrolle sin problemas. Para evitar algún malentendido, haz preguntas o pide aclaraciones cuando te presenten la estimación de costos de tu techo y solicita actualizaciones frecuentes a lo largo del proyecto para saber qué hallazgos podrían afectar el costo final. Una vez que hayan reemplazado tu techo, pídele al contratista que revise cada uno de los elementos que figuran en la factura para que entiendas el origen de los sobrecostos.
Reemplazar un techo supone una gran inversión económica, pero tu nuevo techo te dará tranquilidad durante muchos años. Si deseas obtener una estimación para tu proyecto de reemplazo, haz clic aquí para buscar contratistas en tu área certificados por la fábrica de GAF.*
*Los contratistas inscritos en los programas de certificación de GAF no son empleados ni agentes de GAF, y GAF no controla ni supervisa de otro modo estas empresas independientes. Los contratistas pueden recibir beneficios, como puntos y descuentos de recompensa por lealtad en herramientas de comercialización de GAF por participar en el programa y ofrecer a GAF garantías mejoradas, que requieren el uso de una cantidad mínima de productos de GAF.