Los aleros, los sofitos y la imposta de una casa son susceptibles a la podredumbre. Aunque cada uno de estos elementos es ligeramente diferente, todos trabajan en conjunto para proteger tu hogar de los elementos naturales y mejorar su atractivo exterior. Sin embargo, debido a su funcion suelen estar expuestos en exceso al agua, lo que lleva a su descomposición. Si notas que el borde del techo, también conocido como imposta y sofitos, se está pudriendo, debes actuar para evitar mayores problemas.
Diferencias entre aleros, sofitos e imposta
A pesar de ser bastante parecidos, los aleros, los sofitos y la imposta conforman distintas partes del techo. Los aleros son las secciones del techo que sobresalen por encima de las paredes exteriores de tu vivienda. Sirven para alejar el agua de lluvia de la casa, protegen el recubrimiento y los cimientos del daño que puede causar el agua y proporcionan sombra a los lados de la casa. Los aleros del techo también desempeñan un papel importante en la estética de una casa.
El borde del techo está formado por los sofitos y la imposta. Los sofitos son tablas que se colocan debajo de los aleros y que cubren su interior, conectan la parte exterior del techo con los lados de una casa. Al cubrir el interior de los aleros y proteger las vigas, ayudan a reducir el riesgo de daños por agua y evitan que las plagas aniden en su interior. Por lo general, se instalan rejillas de ventilación en los sofitos para mejorar el flujo de aire desde el ático y el techo.
Las tablas de imposta se colocan en el borde del techo junto a los aleros y se conectan con los sofitos que están por debajo de ellas. Al igual que los sofitos, protegen los bordes del techo contra los elementos actuando como barrera. También contribuyen con el atractivo exterior de la casa. Las canaletas se suelen unir a las tablas de la imposta, lo que puede ayudarte a diferenciar cada parte cuando observas la estructura.
Por qué se pudren estos materiales del techo
El techo funciona redirigiendo el agua de lluvia fuera de los aleros y haciendo que fluya por las canaletas hacia las bajantes pluviales. Sin embargo, esto no siempre es así. A veces, el agua se cuela por debajo de los aleros hacia los sofitos y la imposta. Esto suele ocurrir especialmente cuando las canaletas o las bajantes pluviales están obstruidas.
Cuando estos elementos no pueden hacer su trabajo correctamente, el exceso de agua empapa la imposta y el sofito, lo que provoca decoloración y putrefacción. Las casas suelen tener instalado un borde de goteo de techo, en los aleros y en los bordes verticales, para evitar que esto suceda. Si ya tienes instalado un borde de goteo y tus sofitos, aleros o imposta se pudren de todas formas, puede ser indicativo de que el borde de goteo está dañado y que es hora de reemplazado.
Qué hacer cuando se pudren la imposta o los sofitos
Tan pronto como te des cuenta de cualquier indicio de podredumbre en los sofitos o en la imposta, debes reemplazarlos de inmediato. La podredumbre puede agravarse con el tiempo al encontrar más humedad, lo que puede provocar la aparición de moho. La podredumbre sin tratar puede derivar en daños estructurales si el agua alcanza las vigas que están debajo de los aleros. En los peores escenarios, la humedad excesiva incluso puede alcanzar los paneles de yeso y el aislante del interior de la vivienda.
Probablemente, deberás decidir si sustituir el borde o la totalidad del techo. Tu decisión depende de si la podredumbre solo ha dañado el borde del techo o si ha afectado también otros materiales del techo, como las tejas.
Si tu techo ya alcanzó el final de su ciclo de vida útil, podría ser más rentable reemplazar todo de una vez. Esto también te permitirá lograr una estética de techo uniforme y coherente.
En lugar de intentar de determinar la magnitud del daño por tu cuenta, déjaselo a un profesional que sepa exactamente qué buscar. Llama a un contratista de techado certificado por GAF* para que inspeccione tu techo. Podrá evaluar la condición de tu techo y determinar qué partes se deben reemplazar.
*Los contratistas inscritos en los programas de certificación de GAF no son empleados ni agentes de GAF, y GAF no controla ni supervisa de otro modo estas empresas independientes. Los contratistas pueden recibir beneficios, como puntos y descuentos de recompensa por lealtad en herramientas de comercialización de GAF por participar en el programa y ofrecer a GAF garantías mejoradas, que requieren el uso de una cantidad mínima de productos de GAF. Tus negocios con un contratista y cualquier servicio que este te preste están sujetos a los Términos de uso para contratistas de GAF.