Si alguna vez miraste desde la ventana de un edificio alto y notaste rocas o grava esparcidas por el techo de un edificio vecino, seguramente te haya llamado la atención. ¿Por qué se coloca grava en los techos? Por extraño que parezca, la grava cumple una función específica en ciertos sistemas de techos comerciales.
La grava en los techos se utiliza a veces como capa superficial final en los sistemas de techo multimembrana (BUR), una solución probada a lo largo del tiempo con más de 100 años de rendimiento demostrado. En estos sistemas, la grava sirve como barrera protectora, ya que ayuda a proteger las capas subyacentes de los rayos ultravioleta (UV), las condiciones climáticas extremas y los daños mecánicos causados por el tránsito peatonal. Como contratista comercial, comprender el uso de la grava en los techos multimembrana puede ayudarte a ofrecer un sistema de techo duradero y resistente que se adapte a las necesidades del edificio de tu cliente.
¿Qué es un sistema de techo multimembrana?
Un sistema de techo multimembrana consta de capas alternas de tejidos de refuerzo y asfalto caliente, que normalmente se aplica en caliente. Estas capas se instalan directamente sobre la cubierta del techo, el aislante y, en ocasiones, un tablero para cubierta, lo que crea una barrera duradera de varias capas que ofrece una redundancia integrada capaz de ayudar a reducir el riesgo de fugas y fallas del sistema.
Los sistemas BUR son ideales para edificios comerciales con cubiertas de poca pendiente. A menudo se consideran una alternativa más rentable que los sistemas de membrana de una sola capa, como la TPO o el PVC, al tiempo que ofrecen durabilidad y rendimiento a largo plazo.
¿Por qué se coloca grava en los techos?
La grava es un componente fundamental del acabado de los sistemas de techo BUR, ya que cumple varias funciones importantes que pueden mejorar el rendimiento, la protección y la vida útil del techo. A continuación, te mostramos las principales ventajas.
Protección contra la radiación UV
Los techos multimembrana con grava proporcionan una protección excepcional contra los rayos ultravioleta del sol, lo que ayuda a reducir el deterioro de la superficie, como grietas y ampollamiento. Esto puede ayudar a prolongar la vida útil del techo.
Lastre
Las piedras de lastre más grandes se utilizan para fijar los sistemas de membrana para techo termoplástico, mientras que la grava más pequeña, del tamaño de un guisante, es habitual en los sistemas BUR. Ambos tipos proporcionan el peso necesario para mantener la membrana del techo firmemente en su lugar.
Resistencia a vientos fuertes
Las múltiples capas de los sistemas BUR se adhieren entre sí, y forman una membrana monolítica que no depende de sujetadores. La ausencia de sujetadores reduce los puntos de tensión en el techo, lo que resulta beneficioso en caso de vientos fuertes. El peso añadido de la grava ayuda a aumentar la resistencia al levantamiento por el viento y mejora la estabilidad durante las tormentas.
Protección física
La grava puede ayudar a proteger las capas de impermeabilizante del sistema de techo contra posibles daños físicos causados por el granizo, el tránsito peatonal, la caída de ramas y otros tipos de desechos. Esta protección adicional ayuda a prevenir perforaciones y otros daños que pueden generar costosas reparaciones para los propietarios (la mayoría de los fabricantes no cubren las perforaciones a menos que se adquiera una cobertura especial).
Resistente al fuego
La grava contribuye de manera significativa a las cualidades ignífugas de los sistemas BUR, que a menudo cumplen o incluso superan los estándares industriales de resistencia al fuego. Determinados sistemas están clasificados por UL de acuerdo con ANSI/UL 790, también como componente de conjuntos de techo resistentes al fuego de clase A. Recomendamos ponerse en contacto con el equipo técnico del fabricante y consultar UL Product iQ para conocer los conjuntos específicos aprobados que utilizan este revestimiento como opción en la solución para techos de edificios.
Drenaje y control de la erosión
En el paisajismo, la grava se utiliza desde hace mucho tiempo como una solución que ayuda a controlar el flujo de agua y favorece la evaporación. Del mismo modo, la grava puede ayudar a evitar que el agua fluya por la superficie del techo, lo que podría impedir que las hojas y otros desechos se acumulen y obstruyan los desagües del techo. Los desagües obstruidos son una de las principales causas de infiltración de agua en los techos planos, y la grava desempeña un papel importante en la reducción de ese riesgo. Dicho esto, sigue siendo necesario realizar un mantenimiento adecuado del techo, incluso en los techos con grava.
¿Qué tipo de grava se utiliza en los techos?
Se pueden utilizar muchos tipos de grava en los techos. Sin embargo, es importante que la grava que elijas para un proyecto cumpla con las normas ASTM International para aplicaciones en techos, a fin de garantizar un rendimiento y una durabilidad adecuados. Para los sistemas BUR, el agregado de piedra triturada aplicado en fábrica es la opción más común en comparación con la grava suelta instalada en la obra. Una cubierta superior que viene lista de fábrica suele ser mucho más ligera y está disponible en una amplia gama de colores, incluidos tonos marrones, negros, blancos y blancos brillantes.
En los sistemas de techos termoplásticos con lastre, el peso es un factor importante. Estos sistemas suelen utilizar piedras grandes de río para proporcionar la presión descendente necesaria a fin de mantener la membrana impermeabilizante en su sitio sin necesidad de adhesivos ni sujetadores.
¿Cuándo tiene sentido instalar un techo multimembrana con grava?
Los techos multimembrana con grava son una opción excelente para muchos edificios comerciales con techos de poca pendiente gracias a su rendimiento probado y su larga vida útil. Las inspecciones anuales rutinarias para identificar y resolver cualquier problema suelen ser suficientes para mantener el sistema en buen estado de funcionamiento.
La ubicación geográfica también influye a la hora de decidir si un techo multimembrana con grava es la opción adecuada. Los sistemas BUR funcionan bien en regiones con grandes fluctuaciones de temperatura, vientos fuertes o condiciones meteorológicas adversas gracias a sus múltiples capas, que crean redundancia y protección integradas (aunque la mayoría de los fabricantes excluyen los fenómenos meteorológicos adversos de la cobertura de sus garantías).
Por último, ten en cuenta la función del edificio a la hora de elegir un sistema de techo. Para proyectos de techado especializados, como cámaras frigoríficas o plantas de fabricación de alimentos, un sistema de membrana de una sola capa podría ser más adecuado debido a los requisitos de rendimiento específicos.
Añadir grava o rocas al sistema de techo puede aumentar considerablemente el peso de la estructura del edificio. Consulta a un ingeniero estructural junto con el arquitecto del proyecto antes de proceder con el diseño y la carga de un conjunto BUR con superficie de grava para asegurarte de que el edificio pueda soportar el peso adicional por metro cuadrado.
Las membranas BUR llevan años utilizándose y siguen siendo una opción fiable y probada a lo largo del tiempo cuando se trata de proteger un edificio de los elementos.
