En 2011, los empleados de la planta de GAF de Chester en Rock Hill, Carolina del Sur tuvieron una idea para reducir la cantidad de residuos generados por el centro de fabricación. La idea inicial ha crecido hasta convertirse en un modelo de trabajo conjunto e innovación: reutilización de los centros de las láminas de cartón.
La planta de Chester fabrica láminas de fibra de vidrio no entretejidas, que sirven como "base" de una teja de asfalto. Las láminas de fibra de vidrio se enrollan en centros de cartón para formar enormes rollos que luego se envían a las plantas de fabricación de teja de los clientes para su uso en la producción de tejas de asfalto.
Antes, cuando las plantas de los clientes terminaban de usar los centros de las láminas, simplemente tiraban el cartón. Eso cambió cuando Mark McAteer, gerente de la planta de GAF de Chester, y su equipo decidieron empezar a reutilizarlos. Comenzaron a marcar los centros de cartón a medida que se devolvían a Chester y, pronto, descubrieron que muchos podían reutilizarse entre cuatro y seis veces. "Ahora, la lámina de fibra de vidrio nueva se enrolla en los tubos reutilizados", explica McAteer.
"No solo nos permitió ahorrar dinero, también era lo correcto para no dejar este problema a las próximas generaciones", comenta McAteer.
En poco tiempo, cuatro plantas de fabricación de tejas de GAF; Tampa, Florida; Myerstown, Pensilvania, Baltimore, Maryland y Tuscaloosa, Alabama, se sumaron a la iniciativa devolviendo los centros de las láminas a Chester para que pudieran reutilizarse.
Un avance hacia la protección del planeta
La iniciativa de reutilizar los centros de lámina fue el impulso ideal para expandir las iniciativas de GAF orientadas al desvío de residuos, además de simplificar el proceso para que los clientes pudieran participar. Cuando empezaron con esta iniciativa, los centros de lámina se devolvían a la planta en palés. Esto podía ser complicado porque había que envolverlos en plástico y, a veces, se caían.
"Invertimos en estantes de metal y animamos a nuestros clientes a que nos regresaran todos los centros de lámina, sin importar en qué condiciones estuvieran, porque en la mayoría de sus plantas no cuentan con los recicladores que nosotros tenemos", menciona McAteer.
Ahora, los clientes reciben estantes de metal vacíos. Una vez que terminan de usar la lámina, recortan el exceso de fibra de vidrio del centro de la lámina y apilan los centros en los estantes. Cuando juntan los suficientes para llenar un camión, los devuelven a la planta de Chester. El equipo de la planta los revisa para evaluar su estado: si están en buenas condiciones, se reutilizan.
Las plantas también invirtieron en una cortadora de centros de cartón. Así, si los extremos están dañados, el centro de lámina se puede cortar a una medida más corta y aprovechar en proyectos de diferentes tamaños, que van desde 33 hasta 72 pulgadas. Si el centro está demasiado dañado para reutilizarlo, se apila en un remolque y se envía a una planta recicladora de cartón, donde se tritura y se convierte en otros productos.
Cada centro pesa 22 libras aproximadamente, y McAteer calcula que las plantas desvían alrededor de 50,000 libras de cartón al mes que, de otro modo, terminarían en los vertederos.
Se acelera el cambio
Desde que GAF comenzó a enfocarse en las iniciativas orientadas al desvío de residuos en sus plantas de fabricación, no han dejado de surgir nuevas ideas. Un ejemplo de esto es que la fibra de vidrio llega en grandes cajas de cartón con bolsas de plástico en su interior. Esas bolsas solían tirarse a un compactador, que se vaciaba por lo menos dos veces a la semana, y todo ese plástico terminaba en el vertedero.
Al equipo de Chester se le ocurrió una nueva idea. "Encontramos una recicladora local de plástico que nos deja un remolque. Ahora, colocamos todas esas bolsas vacías en él, y ellos las llevan a reciclar cada tres meses", explica McAteer.
Los equipos de las plantas también reciclan las cajas de cartón, gracias a una alianza con el proveedor que le suministra la fibra de vidrio a GAF. Además, los empleados de la planta de Chester reciclan palés devolviéndolas al proveedor en lugar de llevarlas al vertedero. Una empresa local se encarga de recoger los que están dañados, desarmarlos y volver a armarlos para que puedan utilizarse de nuevo. Hasta encontraron maneras de reciclar los residuos de producción: McAteer comenta que algunos clientes compran recortes de las láminas de fibra de vidrio y les dan un nuevo uso.
"Vendemos una parte y regalamos otra, así que, aunque en verdad no ganamos dinero con eso, al menos no estamos pagando para mandarlo al vertedero", comenta.
McAteer también comenta que las plantas de GAF en Indiana, Texas y California ya están buscando formas de impulsar sus iniciativas para el desvío de residuos. Espera poder sumar a la planta de Minneapolis al programa de reutilización de centros de lámina, en cuanto encuentren un socio de transporte.
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